VALORANDO LO QUE HAY

TAQUITOS DE REQUESÓN CON TORTILLAS TATUADAS

Estas tortillas llenas de sabor y textura, están rellenas de una deliciosa mezcla de requesón que acompaña estos taquitos ligeros y deliciosos.

Si les gustan las tortillas a mano es inevitable comer menos de una. La receta es cortesía de la Sra. Patricia Reyes. Muy amablemente me dejó entrar hasta su cocina para observar la preparación y poder compartir su receta aquí en malabarista. Todo le quedó buenísimo.

 

TARTA DE HIGOS

 

Los pays, tartas y todos sus similares dentro del mundo de los postres, son una delicia para consentir a nuestros paladares. Me encanta hacerlos por que son fáciles y muchas de las frutas trabajan "casi solas" con su sabor sin necesidad de rellenos complicados. La estrella de hoy son los higos; dulces, suaves y aterciopelados se acomodaron perfectos en esta pequeña y dulce tarta listos para soltar su sabor y nada más.

Esta receta es otra de mis aventuras en la cocina: "Horno, no te tengo miedo" y claro, teniendo en cuenta todos los tips de mi mamá para lograrla. No pude evitar salirme un poco de sus indicaciones y recurrir a mis especias; esta vez usé un poco de cardamomo en polvo sobre los higos para dar un ligero y aromático toque energizante.

Empecemos haciendo la pasta básica:

1 3/4 taza de harina

2 cucharadas de azúcar glas

1/2 taza de mantequilla a temperatura ambiente cortada en pequeños cubos

1 huevo

1/2 cucharadita de extracto de vainilla

Opcional: agregar almendras a la pasta

Relleno:

Higos frescos, maduros y partidos por mitad (sin el cabito)

Azúcar moscabado al gusto

Cardamomo en polvo (opcional)

Preparación:

1.Cernir la harina y el azúcar glass en un bowl o bien en un procesador de alimentos, agregar la mantequilla e incorporarla hasta integrar bien todo con la harina, si usan un procesador será más rápido. Yo lo hago un tenedor y luego meto las manos desbaratando la mantequilla. 

2.Agregar el huevo y la vainilla y mezclar hasta lograr una pasta suave. Envolverla con plástico para alimentos y refrigerar por lo menos una hora.

3.Retirar la masa del refri. Con ayuda de un rodillo y un poco más de harina espolvoreada sobre la mesa extenderla hasta formar el tamaño de nuestro molde de pay previamente engrasado. Yo usé un molde de aluminio desechable de tamaño pequeño

4.Una vez colocada nuestra pasta, pueden divertirse con las orillas haciendo pequeñas onditas o con un tenedor marcando rayas a su estilo. Los higos los vamos a colocar en forma de círculos, les espolvoreamos azúcar moscabado y cardamomo al gusto. El higo fresco y partido por mitad va a soltar sus jugos y es muy dulce.

Topping (opcional):

Las pequeñas "bolitas" que ven sobre el pay es para darle un toque crunch. Necesitan 2 cucharadas de mantequilla, 1/2 taza de harina, 2 cucharadas de azúcar mascabado y almendras picadas al gusto. Todo se mezcla con las manos hasta hacer una pasta suave y pegajosa, si se refrigera un rato es más fácil manejarla para hacer pequeñas bolitas y ponerlas de topping sobre nuestra tarta.

Hornear a 200 -250º por 30-35 minutos, dependiendo su horno. Hasta ver que la costra está totalmente cocida y crujiente.

36 AÑOS Y AÚN CRECIENDO

 

Hoy hace 36 años que existo. Digo "existir" por que he estado en épocas estáticas, donde no recuerdo ni revalorizo el sólo hecho de estar viva.

La vida me ha dado y me ha quitado intensamente como seguro a muchos de ustedes. No quisiera decir que siempre que me da "limones" hago limonada, pero he tomado mis riesgos. Hoy a mis 36 años, además de notar que mi piel no es de la mejor calidad y mis rodillas me recuerdan el poco cartílago que tienen después de cirugías; no sé que me espera a los 45. He notado muchos otros cambios que me interesan más allá de lo físico:

Siento esa extraña sensación de seguir creciendo cuando ya lo he hecho; dentro de una reflexiva y a veces complicada adultez que no se escapa de los miedos y las preguntas cotidianas: ¿Podré?

Estas fotos las tomé un día de total relax con el plan más sencillo e improvisado. Siempre que podemos darnos un momento para desconectarnos de todo y disfrutar las pequeñas cosas, es el mejor regalo que nos podemos dar.

Estos pimientos rectificaron su existencia para nuestros hambrientos paladares: Sólo llevan queso y una salsa especial de chiles en aceite que amablemente compartió un buen amigo.

Los años celebran la vida: Latente, complicada y en constante afán de seguir sorprendiéndose cada día.