EL VUELO DE FAVELINO Y TOÑO ESQUINCA
¿Quién me va creer que me pasan estas cosas?, lo miro mientras escribo, está en su lugar favorito y es mío.
¿Quién me va creer que me pasan estas cosas?, lo miro mientras escribo, está en su lugar favorito y es mío.
El intenso amarillo del polvo de cúrcuma se mezclaba sobre otros milenarios polvos dándole color a esa fría tarde, juntos anticipaban un inminente y perfecto desenlace que acabaría en una excelente crema de camote amarillo que calentaría cualquier alma triste y sin ilusiones.
Ese día amanecí con unas tremendas ganas de comer bacalao pero sólo tenía atún, mientras iba cocinando pensé en mi versión y en las tantas formas de pasar por este mundo y en cómo hacer tu propia receta.
En mis teorías personales de la felicidad, debo de admitir que sí entraría el acto de cocinar. A pesar que es parte de mi rutina semanal también es una de las cosas de cuidado y afecto que también doy en mi relación. Creo que cocinar no sólo es preparar comida y ya, es autocuidado.