"Round" de fáciles ideas navideñas
¿Qué sería de una vida sin creatividad y adornos? no lo sé. Llevo tiempo preguntándome: ¿Por qué me doy tiempo para estas cosas? y mi única conclusión es que el hacerlo me lleva a un estado mental como de "recreo".
Todo mundo tiene sus "rituales" o se hace de nuevos para hacer sus momentos más felices y crear su propia historia.
Les comparto cosas que he hecho este año y otros para alegrar nuestro espacio. Tuve que quitar muchas fotos porque el artículo quedaría pesado, pero todo sea por animarles la pantalla de su teléfono y sus ideas.
Con un pedazo de madera vieja, ramas de esos arbustos de camellón, animalitos de la papelería pintados con spray dorado, es una fácil idea para poner al centro de la mesa y ahí poner los platillos.
Contrastes de color: ¡Anímense a los cuadros! Yo compré las telas exageradamente económicas y sólo hice las bastillas. Si no tienen máquina, hay pegamentos de tela muy prácticos. Aquí tengo cosas viejas y nuevas.
No es necesario poner árbol. Esta es de mis favoritas, ese año no puse árbol y usé una escalera donde tengo adornos para convertirla en "escalera navideña", fue el centro de atención con una serie de focos con los nuevos estilos que están sacando. (Tip: La serie es de oferta, siempre rematan todo un par de días antes de navidad o después); las ramas son de una amable Señora que me dejó cortar de su árbol y necesitarán hilo de caña y ¡Listo!
Cobijas a la mano. Siempre dan un toque de hogar, invitan a quedarse, envolverse y seguir la plática.
Los mismos adornos que tienen, pueden llenarlos fácilmente con esferas... de nuevo... ¡Ramas! de todas las formas, no sólo de pino. Un bonche de ramas que huelan rico es fácil estar cambiando y sirven de emergencia para centro de mesa en una cena.
¿Latas de galletas viejas o vintage? ¡úsenlas! yo no sólo las uso para Navidad, también las uso para poner cubiertos en reuniones informales. El toque de "cerezas" son de mercería (yo las compré en Parisina) y sirven para futuros adornos.
Vamos a calentarnos con este delicioso vino caliente especiado, con la receta de aquí
Es perfecto para recibir invitados.
Díganle sí a buscar las copas viejas de las tías, mamás, abuelas, etc. Seguro tienen por ahí modelos y tesoros que se van a ver casi como los que hoy se usan... porque todo vuelve. Estas me las regaló mi mamá cuando me fui a vivir sola e hice mi pirmer Navidad en mi depa, ya sólo tengo cuatro porque de niña le rompí algunas. Seamos honestos... las cosas son para usarse, no para vivir empolvadas en un mueble.
Mezclas y mezclas... nuevo, regalado, de abuelas, de mamás; un par de troncos reciclados y pulidos para velas y el mismo adorno de diario (hoja de madera) funciona como centro.
¡También el mantel lo hice!, yo no sé mucho de telas, me fijo lo que hay en las tiendas y cuando me enamoro compro, cuando no... me doy un clavado en telas. Me encantan los manteles porque tienen la capacidad de cambiar por completo una mesa e integrar o resaltar los objetos.
Con toque reciclado: un tronco que encontré de un árbol que podaron en la calle, un frasco de aceitunas perfectamente limpio y tiliches navideños sueltos. Pueden hacer su propio micro mundo navideño. Si quieren simular nieve (sal de grano)
Esta guirnalda o guía navideña también la hice a mucho menos de la mitad del costo de las tiendas. Tengo tres años dando la vuelta a las mercerías del centro desde Noviembre y siempre hay algo económico para hacer tus propios diseños. Es una buena idea para extenderla al centro de una mesa.
"Maceta navideña" Sobras de ramas del árbol, un tronco de una poda que encontré, ramas que recogí de un parque, una canasta que era de una maceta y una serie de luces. La verdad lo que pasó aquí fue que tomé esa canasta para poner cosas que usaría para hacer decoración, y de pronto, cobró vida propia.
Este es un acercamiento a mi árbol de navidad de este año 2019 y me ha encantado. Esta vez imaginé un jardín donde estuvieran "creciendo" ramas, (puse naturales y artificiales) todo en tonos blancos, verdes y dorados.
Ramas de parque y spray dorado.
Todo cambia, (uno también no es el mismo cada año); a veces regalo lo que tengo, compro o creo yo misma; cambio los colores de lo que me rodea y otras veces no tengo ganas de hacer nada; pero aún así creo que lo hago, porque al ponerme a "hacer" me acuerdo que lo que me pasa no se compara con lo que sí tengo: Hoy.
Me acordé de varios años atrás donde pensaba "El día que tenga hijos, la Navidad va a ser así, o así...." "Haremos nuestra historia y nuestro estilo", no sería de él o mía... sería una nueva, la nuestra.
Hoy, el único que anda en calcetines por la casa poniéndo regalos debajo del árbol es mi esposo y me di cuenta que tal vez por eso decoro, porque los recuerdos son para nosotros.
Muchas cosas que imaginé, no han pasado y no sé que vendrá, pero sí sé que necesitamos tener nuestros rituales que nos recuerdan lo que somos; manteles que ensuciar, platos bonitos donde servirnos, visitas, bailes en medio de la sala, apodos al arbolito, desayunos navideños, sospechas de nuestros regalos, compartirnos lo que fue y lo que queremos ser.
He visto que cuando se hacen nuevas familias y parejas con el paso de los años, se van ampliando los gustos y necesidades -donde cada uno las tiene distintas- y hay que aprender a organizarlas, es difícil dejar de cumplir o querer estar bien con todo mundo.
Se vale. Las tradiciones se pueden romper, modificar, ceder uno, luego el otro, luego nadie. (jajaja); pero creo que es importante no olvidar tu mundo interno, no descuidarlo -a parte de lo que hay que hacer por tradición para los demás-; todo se puede ajustar en la medida que la vida lo va solicitando.
¿Los han hecho felices sus rituales?
Nos vemos pronto por aquí.